Friday, May 11, 2007

Muerte en Arauco


El conflicto de celulosa Arauco termina en la muerte de un obrero. Muerte absurda, trágica, espantosa para los tiempos supuestamente modernos que estamos viviendo. En pleno apogeo del derecho internacional humanitario, de los tribunales penales internacionales, del derecho constitucional a todo trapo, pero también de un feroz sistema económico; a pocos años de la cruzada internacional de Juan Pablo II, muere un obrero en Arauco, en vista de reivindaciones propias del siglo XIX...

Luego de la muerte del obrero, y gracias a la eficaz mediación del obispo Ezzatti, al final se logró un acuerdo entre la empresa y los obreros, que entre otras cosas contempla un reajuste de 43% del sueldo.

La pregunta es ¿se hubiese llegado a lo mismo si los obreros no se toman la ruta 160? ¿se habría logrado lo mismo, sobre todo, si no muere el obrero en cuestión? Es triste pensar que, probablemente, sin estos terribles sucesos no se hubiese logrado nada . Hubiese ocurrido lo que con tantos grupos de huelguistas y protestantes de todo tipo...algún escandalo, la reacción mediática de las autoridades -sobre todo si el asunto ocurre muy muy lejos del centro del país-, la poderosa defensa de los grupos económicos afectados y luego, nada...

Un sistema legal que no tiene demasiada predilección por los que carecen de poder económico, termina fomentando la solución violenta de los conflictos de todo tipo. Esto es de perogrullo...